Epistemología del ECRO de Enrique Pichon Riviere

|

Lic. Gladys Adamson (texto virtualizado en: www.psicologiasocial.org.ar)

El término Ciencia proviene del latín scientia "conocimiento" derivado de sciens, -tis, "el que sabe" participio activo de scire "saber" Etimológicamente por lo tanto ciencia significa "el saber". Los griegos empleaban las palabras conocimiento y saber y no el concepto de ciencia como lo entendemos hoy. Platón diferenciaba el saber de la opinión, la doxa que ubicaba entre la ciencia y la ignorancia. En el pensamiento griego, Platón Aristóteles si bien desarrollaban un pensamiento metódico, teórico este saber no distinguía claramente entre la Ciencia y lo filosófico. Es muy difícil por ejemplo establecer esta distinción en la Física de Aristóteles.
Esta diferencia entre Ciencia y Filosofía se establece en la modernidad. Es allí donde se sientan las bases de lo que hoy conocemos como Ciencia. Lo que hoy denominamos Ciencia tiene un sentido mas restringido y nació con la Modernidad, entre los siglos XVI y XVII a partir de Copernico, Galileo Galilei, con Newton, Kepler y a nivel metodológico Descartes. Ellos sientan las bases de la Ciencia moderna.
Epistemología: Los griegos utilizaron las palabras conocimiento y saber. A menudo se ocuparon de problemas gnoseológicos, o sea problemáticas que hacen a qué es el conocimiento, cómo se funda, cómo es posible el conocimiento?. Sin embargo las problemáticas gnoseológicas, acerca del conocimiento no se distinguen claramente de problemáticas ontológicas, o sea relativas al ser. La pregunta Que es el conocimiento no se distinguía claramente de la preocupación de que es la realidad y esto se mantuvo durante toda la Edad Media. Esto no quiere decir que algunos filósofos medievales como San Agustín por ejem no dedicaran muchos esfuerzos a esclarecer la posibilidad o imposibilidad del conocimiento y los distintos tipos de conocimiento.

Solo en la época moderna a partir de Descartes, Leibniz, Locke, Berkeley, Hume y otros el problema del conocimiento se convierte en problema central dentro de la filosofía. Son autores que han desplegado mucho esfuerzo teórico en cuestiones relativas al "método" y a la "estructura del conocimiento". Pero es en Kant que el problema del conocimiento comenzó a ser objeto de una "teoría del conocimiento". La palabra epistemología es sinónima de gnoseología y ambas designan a la teoría del conocimiento. En español y en italiano se emplea gnoseología en alemán se utiliza teoría del conocimiento y en ingles se usa con mas frecuencia epistemología. Hay un cierto acuerdo en español de emplear gnoseología para la teoría del conocimiento en general, en cualquiera de sus formas y epistemología para designar la teoría del conocimiento en la ciencia. Algunos reducen la teoría de Kant a la teoría del conocimiento no hay acuerdo en esto pero si debemos decir que ella ocupa un lugar central en su filosofía. Kan dejó sentadas las bases para un privilegio de las teorías de conocimiento en el mundo moderno y diferente a la importancia que la ontología tenía para los griegos.
Ciencia Moderna: El paradigma que corresponde a la ciencia moderna es el modelo físico-matemático. Hacia fines del siglo XVIII otras disciplinas, como la química, la biología y las ciencias sociales fueron desarrollándose y lograron ser incluidas en el concepto de ciencia con distinta fortuna. Por algo se las denomina "ciencias duras" a las naturales y "blandas" a las sociales.
Rubén H. Pardo distingue:

Ciencias formales
• Objeto: entes formales, signos vacíos, carentes de contenido empírico
• Método: demostración lógica
• Enunciados: analíticos o tautológicos
• Verdad: necesaria y formal, coherencia lógica
• Ejemplos: lógica y matemática

Ciencias Fácticas
• Objeto: entes empírico) hechos, procesos
• Método contrastación empírica (observación y experimentación
• Enunciados: sintéticos o denotativos
• Verdad: contingente y fáctica (siempre provisoria y cotrastada empíricamente
• Ejemplos: ciencias naturales y sociales.

La diferencia entre las Ciencias humanas y Ciencias Naturales se estableció a fines del siglo XIX a través de la obra de Dilthey. Actualmente las ciencias se distinguen en ciencias formales (lógica, matemáticas), Ciencias naturales (física, química, biología) y sociales o humanas (economía, sociología, antropología, psicología, psicoanálisis, historia, lingüística, derecho, educación, política, comunicación, geografía, psicología social etc.)(1) Eliseo Veron distingue a las ciencias en función de la mayor o menor participación de los sujetos en la investigación. De acuerdo a esta distinción tendríamos las ciencias de baja pertinencia: las naturales y las Ciencias de alta pertinencia: las sociales o humanas. Las ciencias naturales y sociales también suelen ser denominadas como ciencias fácticas ya que se caracterizan por la confrontación de sus hipótesis con la experiencia ya sea para ratificarlas o rectificarlas. Las Ciencias Sociales se ocupan de hechos sociales y delimitan allí su sector de la realidad. Aquí corresponde hacer una aclaración. Hay dos concepciones respecto de la realidad: 1) que la realidad debe ser descubierta o bien 2) que la realidad se construye a partir de las hipótesis científicas.
Por otro lado la realidad es tan compleja que no se puede hablar de una realidad sino de fragmentos de la misma, parcialidades.
En la concepción clásica de la ciencia moderna (la que surge en el siglo XVII y cuyo paradigma es la física de Newton) esta debía ser capaz de 1) describir una serie de fenómenos, 2) ser comprobables por medio de la observación 3) poder ser sometidas a la experimentación 4) que permitan la predicción ya sea completa o estadística de acontecimientos futuros. Epistemológicamente hablando la base empírica de las ciencias sociales pueden ser los datos obtenidos en la vida cotidiana y que son conocidos a través de la observación. Según Klimovsky es aquella información que sin teorías científicas puede ser aceptado por la comunidad científica y que es presentado a través del lenguaje ordinario de la vida cotidiana.
Dice Esther Díaz en "Metodología de las Ciencias Sociales" (Ed. Biblos) "La descripción de la realidad social por parte de las ciencias sociales debe a su vez extenderse ante el hecho de que el conocimiento de esa realidad procede no sólo de las ciencias sociales sino del pensamiento normativo y de la producción cultural". Reichenbach en su libro "Experience and Prediction", en 1938 planteo en relación al conocimiento científico la diferencia entre contexto de descubrimiento y contexto de justificación. El primero se refiere a las circunstancias en las cuales el científico arriba a sus hipótesis o conclusiones y el segundo se refiere a todo lo relativo a la validación de dicho conocimiento. Klimovsky introduce también el contexto de aplicación que concierne a las aplicaciones de los conocimientos y al aspecto "tecnológico".
Desde la concepción de las Ciencia Sociales se considera que hay un campo de observación pero que el observador se halla incluido en él. En este campo de problemáticas a investigar confluirán aspectos cualitativos y cuantificables, y también lo azaroso. El campo a investigar se halla en un cierto orden-desorden, habrá certidumbres e incertidumbres. Partimos de la característica multidimensional de los objetos a investigar, que se hallan en la realidad siendo ésta además histórica e irrepetible.
En la ciencia moderna el conocimiento científico es 1) el que se busca deliberadamente 2) es sistemático , busca una articulación e interdependencia con otros conocimientos 3) busca estar fundamentado, que posea coherencia lógica y verificación empírica, 4) capacidad explicativa y predictiva mediante leyes de la realidad 5) que desarrolla un pensamiento metódico, reflexivo y que pueda reflexionar críticamente acerca de si misma y 6) busca ser objetivo. Este ultimo punto es polémico pues las ciencias Naturales han identificado el concepto de objetividad con neutralidad y con ello con falta de implicación ideológico o política del científico.
Cada época histórica fue creando distintos fundamentos para dar cuenta de aquello llamado ciencia. Es lo que Th. Kuhn denomina Paradigmas científicos

REFERENTE EPISTEMOLÓGICO ACTUAL: El contexto actual de debate epistemológico es sumamente fructífero para las Ciencias humanas y la Psicología Social en particular. Si bien la idea de ciencia puede establecer su origen en el pensamiento griego y se puede decir que a partir de ello forma parte de la cultura occidental, no todos los momentos histórico sociales han definido a la ciencia de la misma manera.
Se podría definir de manera esquemática dos grandes concepciones históricas acerca de la ciencia: 1) una concepción premoderna desde el siglo IV antes de Cristo hasta el fin de la Edad Media basada en el pensamiento aristotélico y 2) una concepción moderna donde la ciencia emerge como producto de un pensamiento racional y como modelo de todo saber. Surge en los siglos XVI y XVII a partir de las investigaciones de Galileo Galilei, del método de Descartes y el desarrollo de la física de Newton unida al éxito de las ciencias de la naturaleza. Este paradigma científico se extiende hasta el siglo XX. La razón se erige en una nueva deidad y es el referente de todo lo considerado objetivo, verdadero, científico. El poder de la razón además establece leyes universales que permiten el dominio de la naturaleza y el desarrollo de la técnica que prometía el progreso social indefinido. Al decir de Illya Prigogine, se consideraba verdadero, objetivo, científico todo lo que pudiera ser clasificado, formalizado y matematizado. Debido al éxito de las Ciencias Naturales su método, experimentalista, se transformó en el único método reconocido de validación del conocimiento científico.Este paradigma científico moderno ha entrado en crisis, y con él las posturas más racionalistas.
Desde las mismas "ciencias duras" se han puesto en cuestión concepciones que hasta ese momento estaban sacralizadas como la fé ciega en el determinismo, en la neutralidad del observador, la armonía planetaria, la ausencia de azar y el imperio de las leyes naturales. Desde las mismas ciencias naturales se plantean nociones como los de la auto-organización de la materia a partir del caos y el debate alrededor del concepto de leyes universales inmutables para los fenómenos naturales.
Illya Prigogine, Premio Nobel de Química de 1977, a partir de su investigación acerca de las estructuras disipativas, establece nuevos paradigmas científicos en los que, en rigor, aquello que es propio de las Ciencias Sociales: la presencia ineludible de lo complejo, el azar, el tiempo, el cambio y los procesos, las leyes de probabilidad, los procesos irreversibles, lo que no se puede predecir con exactitud, la inclusión del observador, etc., aparecen como propias también de la práctica científica de los investigadores en Ciencias Naturales. Aun luego de esta crisis de los paradigmas científicos, los epistemólogos no niegan que el objetivo de toda ciencia sea una indagación causal y la búsqueda de predicción de los fenómenos, pero desde una epistemología contemporánea se enfatiza que la ciencia es sobre todo un saber critico, consciente de su provisoriedad y que debe renunciar a toda idea de certeza.
La idea de certeza para esta concepción queda más en el terreno de la ilusión, de una ilusión de completud tranquilizadora que cierra al científico a lo nuevo y dogmatiza sus proposiciones. Se modifica la idea de un objeto recortado con precisión como propio de la ciencia y surge la idea que cada disciplina indaga y reflexiona en un campo problemático; más precisamente en la conjunción de varios campos problemáticos que se hallan en conjunción-contradicción Este nuevo posicionamiento de las disciplinas científicas es afín a la Psicología Social, ya que comprende su condición de interdisiplinariedad.
Esta posición no significa que el pensamiento científico no deba fundamentar sus afirmaciones y posee dos dimensiones o terrenos donde hacerlo: a) el terreno de la lógica y b) el de la experiencia. Desde la primera se le exigirá coherencia en sus hipótesis y proposiciones y desde la segunda se le requerirá una contrastacion empírica. (La superación del empirismo no implica desechar la experiencia y con ello el valor de la praxis.)
Desde los nuevos paradigmas se considera que existe una diferencia irreductible entre las ciencias naturales y las sociales. Para el investigador en Psicología Social no existe la neutralidad del saber. Hay un vínculo estrecho entre el que conoce y las significaciones sociales del contexto que va a conocer, ya que es el mismo en que vive. El científico en Psicología Social se halla siempre implicado en su objeto de estudio. La implicación del científico en el campo mismo de indagación se une al hecho ineludible que toda actividad humana es significativa y contiene valores, y estos valores no son universales y ahistóricos sino que corresponden a momentos históricos y a culturas determinadas. Pierre Bourdie señala que en las ciencias sociales el límite entre el saber vulgar y el conocimiento científico son difusos. La pertenencia al mismo magma de significaciones que el objeto a indagar puede constituirse en un obstáculo epistemológico en términos de Gaston Bachelard. Pierre Bourdie propone una actitud de vigilancia epistemológica que significa una reflexión sistemática acerca de las condiciones histórico-sociales en las que se produce el saber. E. Pichon Riviere le asigna a la ciencia social un rol desalienante. El desarrollo de un conocimiento crítico que transforma la realidad tiende a cuestionar al poder y a lograr espacios de autonomía y libertad
La Psicología Social como Ciencia La Psicología Social es una disciplina reciente. Como todas las Ciencias Sociales se inicia a mediados del siglo pasado. Michel Foucault señala que la evolución del saber no tiene un origen puro e iluminado sino que emerge de la voluntad de poder. Lo que impulsa al desarrollo del conocimiento es el poder.
El poder entendido como dominio de la naturaleza o de ciertas problemáticas que desafían al hombre. Poder de control social. En relación a las Ciencias Sociales no debemos olvidar que a mediados del siglo XVIII (1750) en Inglaterra se crean las máquinas hidráulicas que permitieron la producción a gran escala sobre todo en la industria textil. En 1790 la fuerza hidráulica de las fabricas fue sustituida por el vapor. En 1821 había en Lancashire 32 industrias textiles mecánicas con 5.700 telares. La producción se adelanta a la demanda por lo cual los comerciantes buscan mercados en todas partes. La industria manufacturera nacida de las invenciones mecánicas se desarrolló enormemente en Inglaterra, Francia y otros países europeos. Gran parte de la población rural vendió sus pequeñas parcelas de tierra y se dirigió a las ciudades. La clase obrera sin embargo no sacó ninguna ventaja de todos estos cambios. En 1815 se produjo la primera crisis que altero el mercado ingles, quedando muchos obreros en la calle y provocando disturbios y destrucciones de maquinas. La causa fue la especulación de los patrones acumulando grandes existencias de producción con vistas a la exportación pero que el continente europeo no podía consumir. Otras crisis más graves se produjeron en 1820, 1825 y se extendieron a todos los piases industrializados orientándose los obreros por caminos de violencia y a organizarse en asociaciones de resistencia. Contra la pobreza extrema y las crisis económicas se levantaron escritores e intelectuales protestando contra el régimen de explotación y pidiendo la intervención del Estado. La miseria de la clase obrera la explotación de niños y mujeres mueve a los intelectuales a reflexionar sobre ello y otros como Marx a rebelarse y a intentar transformar esta realidad.
Este es el clima social en el cual surgen las primeras reflexiones acerca de la Psicología Social. Existe una corriente sociológica que se inicia en Francia con Comte (1798-1857) Discípulo de Saint Simón y que reflexiona acerca del individuo y la influencia o condicionamiento social.Continua en Inglaterra con John Stuart Mill (1806-1873) y luego con Gabriel Tarde (1843-1904) y su famosa polémica con Durkheim (1858-1917), Gustave Le Bon (1841-1931) y culmina en Estados Unidos con la Escuela del Interaccionismo Simbólico cuyos fundadores son Cooley (1869-1929), William I. Thomas (1863-1947) y sobre todo George Mead (1869-1931).
La Corriente Psicológica de la Psicología Social reconoce sus antecesores en Wilhelm Wundt (1832-1921) continua con William McDougall (1871-1938) en Inglaterra, Floyd Allport en Estados Unidos y culmina con Kurt Lewin el creador del termino Dinámica de Grupo y el que funda la Psicología Social como disciplina que puede intervenir transformadoramente en la organización social desde una incidencia microsocial. En síntesis en la Psicología Social académica se desarrollaron dos tendencias, una mas sociológica que culmina con este gran creador que fue George Mead y una corriente más psicológica donde ubicaríamos a Kurt Lewin también en EEUU. La diferencia que nos importa de una u otra corriente es en cuanto a la concepción del hombre que sustentan. Una cosa es considerar al hombre como un individuo influido por su ambiente pero donde se lo sigue considerando como originariamente individuo y otra es tener una concepción de sujeto social. Para George Mead, fundador del interaccionismo simbólico el sujeto es sujeto social. Deviene sujeto a partir de su interacción con otros. Enrique Pichón Riviere adhiere a esta corriente. Su concepción del hombre es la de un sujeto social. Un ser que inexorablemente y solo por su condición social puede devenir en humano.
LA PSICOLOGIA SOCIAL DE ENRIQUE PICHON RIVIERE
El Esquema Conceptual Referencial y Operativo de Enrique Pichón Riviere es un cuerpo conceptual, un conjunto de conocimientos articulados entre sí, que contiene una sistematización conceptual en referencia al campo especifico de la Psicología Social. En este sentido estos conceptos son producidos por E.P.Riviere para dar cuenta de la praxis concreta en el campo especifico psicosocial. Su ECRO da cuenta de:
Una concepción de Sujeto como sujeto social
Una concepción del mundo moderno como dimensión simbólica producto de una construcción social en permanente transformación.
Una concepción de Desarrollo humano.
Una concepción de Salud como praxis mutuamente transformante con el medio
Una concepción de enfermedad como clausura y estereotipia
Una metodología dialéctica que da cuenta de los procesos de transformación cualitativos a partir de campos de tensión contradictorios.
Una técnica de intervención que incluye elaboraciones de una logística, una estrategia, una táctica y una técnica especifica.
E.Pichon Riviere concibe a su ECRO como un sistema abierto donde producto de la praxis son posibles procesos de ratificación o rectificación del esquema conceptual. Producto de dicha praxis "en una continua realimentación de la teoría a través de su confrontación con la práctica". Lo denomina actitud de autocrítica e implica la posibilidad reflexiva como actitud científica. Su sistematización conceptual, su construcción lógica, lo hace aprehendible y transmisible. Sin dicha sistematización no cumpliría uno de los requisitos básicos de toda disciplina científica. El requisito de fundamentación y de verificación en la realidad E.P.Riviere lo concibe como criterio de operatividad. El criterio de verdad es la operatividad: "no nos interesa sólo que la interpretación sea exacta, sino fundamentalmente nos interesa la adecuación en términos de operación". Su conformación interdisciplinaria se apoya en la Psicología Social, el Psicoanálisis y el Materialismo Histórico a través de George Mead, Kurt Lewin, S.Freud, M. Klein, C.Marx, J.P. Sartre, H. Lefrevre etc. El criterio de operación es concebido como producción planificada de cambio en relación al logro de los objetivos propuestos. Toda investigación coincide con una operación. E.P.Riviere toma el concepto de indagación acción de K. Lewin. "En el terreno de las ciencias sociales no hay indagación que no promueva una modificación".
Dice E.Pichon Riviere "La construcción de un ECRO nos obliga a la definición del campo operacional, de la metodología y a una evaluación de la operación". El criterio de evaluación se establece en función del cumplimiento de los objetivos propuestos y estos en relación a una adaptación como la posibilidad de promover una modificación creativa o de adaptación activa a la realidad. Esto hace a la Psicología Social direccional y significativa en relación a un cambio". Propone incluir no solo las estructuras conceptuales de una ciencia sino los elementos subjetivos, la verticalidad del investigador y allí incluye elementos emocionales, motivacionales, su propia experiencia de vida que va a determinar "modalidades de abordaje de la realidad".
(1) J.Lacan se opone a la denominación de Ciencias Humanas, prefiere denominarlas Ciencias Conjeturales o Ciencias de la Subjetividad y diferenciarlas de las Ciencias Exactas.
Bibliografía:
J.Corominas: Diccionario critico etimologico de la lengua castellana. Ed. Gredos . Madrid. 1954
José Ferrater Mora: Diccionario de Filosofía. Editorial sudamericana Buenos Aires. 1975
Esther Diaz: "Metodolgia de las ciencias sociales" Editorial Biblos. 1997
E.Pichon Riviere: "Concepto de ECRO" Revista Temas de Psicologia Social Nº 6 Octubre 1984
Dylan Evans: Diccionario Introductorio de Psicoanálisis Lacaniano Ed. Paidos 1996
Zito Lema: "Conversaciones con E.Pichon Riviere" Ed. Nueva Vision 1976
Copyrgiht 2004 - EPSISUR

El Voluntariado una Alternativa de Participación (2ª Parte)

|

Prof. Ricardo D. Solís

(El siguiente texto se encuentra disponible para su discusión en "Redes y Grupos")

Como decíamos ya hace tiempo se discute el valor del voluntariado en la cohesión social y la acción solidaria, en este sentido un documento (J. D. Smith/ td. P. Irisity) de principios de milenio “voluntariado y desarrollo social”, puesto a consideración del grupo de expertos de Naciones Unidad en el encuentro de Nueva York de 1999, decía: “El significado que tiene el voluntariado no es el mismo para todos. Un estudio reciente reveló que la percepción de lo que lo constituye difiere bastante de un país a otro. En algunos países donar sangre se considera voluntariado, en otros lo es formar parte de un partido político o sindicato. Para algunas personas lo que lo distingue es la ausencia de una retribución, para otros lo es la falta de coerción. El voluntariado adquiere diferentes formas y significados según el entorno, está muy influenciado por la historia, la política, la religión y la cultura de una región. Lo que puede ser visto como voluntariado en un país, puede ser descartado como trabajo mal pago o gran densidad de mano de obra (o incluso trabajo forzoso) en otro. Aún así y a pesar de la gran variedad de interpretaciones, es posible identificar algunas características básicas de lo que constituye la actividad voluntaria”.
En dicho informe se indicaba que se habían encontrado en la consulta de diferentes voluntarios de varios países las siguiente características comunes, que como bien los autores sostenía “sin un criterio común los esfuerzos de los gobiernos por promoverlos serían vanos”.

Cinco elementos que caracterizan la acción voluntaria:

(1) El concepto de la retribución: “Algunas definiciones alegan que sólo el altruismo puro debería considerarse voluntariado, pero otras sostienen que no existe el altruismo puro y que toda forma de voluntariado contiene un elemento de intercambio y reciprocidad. Por eso algunas definiciones permiten que los voluntarios sean retribuidos de cierta manera, económicamente, a cambio del reembolso de los gastos o algún tipo de remuneración, o no, a cambio de capacitación o credenciales. El punto límite clave en la distinción entre voluntariado y empleo remunerado es que el voluntario no debe emprender la actividad motivado por el beneficio económico, y también que el valor de todo reembolso que reciba debe ser menor al del valor del trabajo provisto”.
Hoy día nos encontramos con otra cuestión que se podría sumar al debate y se encuentra relacionada a lo que se ha popularizado como contraprestación a cambio de una ayuda de seguridad social. Cuando vemos en qué consisten esas actividades de contraprestación, podríamos ubicarlas como actividades que se desarrollaron históricamente como voluntarias, esto pone en cuestión el entrelazado de dos principios éticos:
(a) Principio de Solidaridad: “La sociedad tiene una obligación de protección con sus miembros”.
(b) Principio de Responsabilidad: “Cada individuo es dueño de su existencia y debe hacerse cargo de sí mismo”.

(2) El concepto de libre voluntad: “La mayoría de las definiciones reconocen que las nociones de voluntariado y coacción no son compatibles. Por eso a los planes que se oponen a las convenciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) relativas al trabajo forzoso obviamente no se los considera voluntariado. Pero de la misma manera que al considerar el concepto de retribución, aquí también hay áreas grises. ¿Cómo debemos considerar los planes escolares de servicio comunitario que motivan, y a veces requieren, a los estudiantes a participar en trabajo voluntario, o los programas Comida por Trabajo, donde hay un intercambio explícito entre compromiso comunitario y asistencia en alimentos o incluso los planes de servicio ciudadano, que ofrecen un servicio comunitario alternativo al servicio militar? El amplio marco conceptual reconoce que puede ser difícil mantener únicamente el concepto de libre voluntad en toda interacción voluntaria; la motivación a servir de voluntario quizás comprenda siempre una mezcla de razones tales como la presión de compañeros y la obligación social; pero enmarca todo intento manifiesto del gobierno de motivar a la gente a participar”.

Les proponemos reflexionar sobre la siguiente historia de vida:

Fidelina y el horno

Una mañana fría y soleada Fidelina salió de su casa rumbo al almacén, arrimó el portillo, saltó la alcantarilla y empezó a caminar por la calle de tierra. Le preocupaba que se gastaría la última plata del Plan y había que comprar algo para calentarse.
En eso se escucha un grito:
- ¡viejo, dame un peso pa’ los porros!
El grito la asustó y levantó la vista, vió a don Hilario encorbado, con la mirada perdida y en una mano una bolsita con un pan y un pedacito de hígado. A Fidelina le hirvió la sangre, corrió, y a empujones alejó al pibe y a los gritos le decía:
- ¡Qué te pensás pendejo que vas a asustar a cualquiera, si querés plata andá a trabajar!
El pibe sorprendido, se fue insultando bajito.
Pero Fidelina en ese día no dejo de pensar en esa situación, cada momento que pasaba le daba vueltas en la cabeza la idea de cómo ayudar a esos pibes tirados en la esquina todo el día.
Llegando la noche se le ocurrió una idea, iba a pedirle al Centro de Fomento que le prestaran el horno que usan para hacer el pan y las pizzas del comedor e invitaría a los pibes a amasar y vender en el barrio.
Fue esa misma noche a la casa de Celia y le contó la idea, Celia le dijo que estaba bien que lo consultaría con la comisión y le contestaría. La gente de la comisión, con algunas dudas de meter a esos pibes en la institución acepto la idea.
Fidelina, al próximo sábado compró 20 kg. de harina, grasa, levadura fresca y lo demás lo puso de su casa.
Se acercó a los pibes y les dijo:
- Yo sé que uds. necesitan plata para la cerveza y los porros, pero de eso por ahora no les voy a decir nada, les propongo hacer pan y pizzas y venderlas en el barrio, uds. se quedan con la ganancia y compran la harina para la próxima.
- Sabe doña, está bien su idea, ¿pero quién nos va a comprar a nosotros?.
- Bueno, intenten con sus parientes y conocidos.
La cosa es que se acercaron siete pibes y ese día con esfuerzo amasaron, cocinaron y vendieron el pan.
Con los días el entusiasmo creció, y todos los sábados tempranito empiezan a amasar, prender el fuego y entre mates y bromas pasan la mañana hasta salir a repartir.
Durante la semana levantan los pedidos de pan, tortas y pizzas. Si hasta a don Hilario, antes que lo internaran en el asilo, le regalaban un pan.
Tal fue el cambio que al poco tiempo Jonatan y Diego pasaban por una panadería que necesitaban ayudantes de panadero y se engancharon a trabajar.
Los sábados la actividad convoca a siete de los pibes de la esquina y a otros amigos que invitaron.
El proyecto pasó a conocerse como ‘el horno de los pibes’,y cuenta Fidelina que los chicos le dicen que solo fuman de vez en cuando en alguna fiestita.


“Las organizaciones sociales existen para generar un cambio en la persona y la sociedad”

(3) La naturaleza del beneficio: “Para diferenciar el voluntariado de una actividad voluntaria puramente recreativa, debe haber un beneficiario que no sea el propio voluntario, o que además del voluntario haya otro beneficiario. Pero se cuestiona dónde se debe trazar la línea divisoria. Algunos sostienen que el beneficiario tiene que ser alguien extraño para el voluntario, otros permiten que se incluya a los vecinos e incluso amigos y parientes lejanos, y otros comprenderían el concepto de autoayuda o ayuda mutua, donde la línea divisoria entre beneficio personal y el de un tercero es especialmente poco clara. Si bien permite varias interpretaciones, el marco conceptual general requiere que haya un beneficiario (que puede comprender conceptos abstractos como el medio ambiente o la misma sociedad) o grupo de beneficiarios identificable, aparte (o además) de los familiares directos o amigos del voluntario. Esto comprendería la autoayuda y ayuda mutua pero excluiría la atención por los familiares dependientes”
Un concepto clave en el rol de las organizaciones de voluntarios es lo que Etzioni define como la “regla de oro” de la vida comunitaria: “Respeta y defiende el orden de valores de la sociedad de la misma manera que harías que la sociedad respetara y defendiera tu autonomía”.

(4) El entorno organizacional: “Algunas definiciones de voluntariado insisten en que debe ser emprendido a través de algún tipo de organización formal, voluntaria o sin fines de lucro. Otras incluyen además la actividad que se emprende dentro del sector público o empresarial. Y otros flexibilizan el requerimiento organizacional y admiten actividades emprendidas de forma informal, ya sea individualmente, como ayudar a un vecino, o aisladamente, a través de actividades cívicas como recoger la basura. El amplio marco propuesto aquí permite que se comprenda a ambas formas de voluntariado, formal (organizado) e informal (individual), así como también que la actividad voluntaria se emprenda en los sectores público y privado”.

(5) El nivel de compromiso: “Algunas definiciones permiten que se comprenda a las actividades voluntarias excepcionales, otras requieren cierto nivel de compromiso y excluyen actos ocasionales. El amplio marco conceptual nos permite englobar una variedad de niveles de compromiso, desde un fuerte compromiso a una participación esporádica, a pesar de que parece justo suponer que la mayoría del voluntariado implicaría algún grado de compromiso continuo”.
Los puntos universales del voluntariado confluyen en la trama vincular que contiene nuestra vida. Las organizaciones sociales albergan esta vida vincular, por ello más allá de la buena obra, existe un desafío enorme en la convivencia diaria y la ‘vida privada’ de cada organización, allí también existe reglas.

Reglas básicas de la asociatividad


  • Participar.
  • Asociarse voluntaria e interesadamente.
  • Ser abiertos y saber escuchar.
  • Respetar la opinión de quienes trabajan desde antes en la organización. Asumir compromisos acorde a nuestras capacidades.
  • Cumplir con la tarea asignada si poner excusas.
  • Resolver los conflictos en el grupo y no llevar chismes por todos lados.
  • Solicitar ayuda cuando los problemas nos superan.
  • Estar dispuestos a aceptar responsabilidades para llevar adelante el proyecto.

Cada organización puede poner sus pautas, guiada por el interés superior de los miembros y la misión.


El Voluntariado una Alternativa de Participación (1ª Parte)

|

Prof. Ricardo d. Solís

(El siguiente texto se encuentra disponible para su discusión en "Redes y Grupos")

Actualmente el voluntariado es un actor clave en el desarrollo de proyectos sociales solidarios. Los nuevos movimientos sociales adoptan fácilmente esta filosofía de solidaridad corporativa. Su rol protagónico no es producto de nuestra época sino un valor heredado de la tradición social. El voluntariado es por naturaleza múltiple, tanto en su concepción como en su práctica, en él confluyen valores, costumbres, ideales, hábitos participativos, estilos de liderazgo y sobre todo una identidad labrada en una historia diversa en época y credos.
Destacamos aquí aquel voluntariado expresado en una organización social participativa, rescatamos en un sentido amplio su historia llena de ejemplos de vida y luchas sociales, tanto de aborígenes, criollos y gringos que han dado a nuestro país una rica experiencia de organizaciones voluntarias. Es esta historia concreta la que hoy opera como matriz asociativa de las actuales organizaciones sociales. El fenómeno del voluntariado tiene el poder simbólico del bien común, el amor al prójimo, la lucha por una sociedad más justa, que lo convierte en práctica de los mejores ideales.

El ideal: ¿de un grupo o una persona?

Decimos ideal en el sentido de ideas y prácticas ejemplares con capacidad convocante. No hablamos de 'un solo ideal' ya que en la realidad coexiste una gran variedad de ideas y fines destinados a promover el voluntariado, tanto en las antiguas religiones, como en los nuevos movimientos sociales, en una dimensión política existe el voluntariado de derecha y el de izquierda, la 'tercera vía' (centro-progresista) lo considera la panacea de la participación comunitaria.
Esta diversidad de concepciones nos plantean el interrogante de si cuando decimos voluntariado estamos diciendo lo mismo, ¿son lo mismo el ‘merendero’ de un movimiento ‘piquetero’ y la ‘cena de caridad’ de las damas de beneficencia?, no, no son lo mismo, salta a la vista que los móviles pertenecen a necesidades y concepciones del mundo diferentes.
Ahora bien, en nuestros días se puede observar la primacía de la idea del voluntariado asociado más a personas que a organizaciones, pero sea una práctica individual o grupal ambas se encuentran contenidas en una ética comunitaria que los legitima y ordena a un bien social que las trasciende. El tronco común esta dado por la idea del hombre como fin en sí mismo y no como medio. En ciertos momentos esta moral tendrá fundamentos religiosos, políticos o simplemente cívicos. La idea del hombre como fin en sí mismo es lo que nos permitirá pensar la inclusión del voluntario en una organización no como un mero recurso humano de amor desinteresado, sino como alguien que tiene algo para dar y algo para recibir (ética de la comunicación). La aplicación o uso de este principio nos ayuda para dar unidad a la diversidad, para aceptar lo simple de lo múltiple, para conocer lo compartido y común, para dar identidad.
Otro punto de importancia en el plano de las representaciones acerca del voluntariado es una reciente distinción que se hace entre: mutualismo y voluntarismo . Tal distinción, tiene sustento en las prácticas concretas de las organizaciones sociales y se refiere básicamente a la diferencia en los fines: a) mutualismo: ayuda a todos.
(b) voluntarismo: ayuda al necesitado.
La distinción se basa en los 'fines de la acción', lo que debemos observar es que ninguna de las dos prácticas podrían ocurrir si no se dieran en el marco de una organización. Esto pareciera más claro en el caso de las experiencias mutualistas, pero no es así para el paradigma que considera al voluntariado centrado en 'el rostro bueno' 'el hombre santo', 'la mujer abnegada', 'el militante ejemplar', en este caso, como lo dijéramos, se pone el acento en la persona (líder) y no en la organización. Lo que tienen en común voluntarios y mutualistas es la ayuda a otro. Lo que no se puede perder de vista, es que la ayuda al otro debe ser recíproca, vincular, la ayuda es una inevitable relación de dos. Si se pierde esta dimensión, el voluntarismo se torna beneficencia y mesianismo. Como filosofía social el voluntarismo nos une como sociedad en la práctica de valores solidarios, hacer de esta práctica cívica y social un espacio privado y de indulgencias es un camino desviado.

Manifestaciones del Voluntariado

Como señaláramos más arriba, el voluntarismo es una práctica habitual en diferentes instituciones sociales, religiosas y políticas. En la actualidad conocemos nuevas y valiosas experiencias, sin embargo, hasta hace no mucho tiempo, eran visibles aquellas prácticas relacionadas a la caridad de corte cristiana, o simplemente como práctica honorable de la clase alta. Sin embargo, otras religiones y otros sectores sociales desde hace mucho tiempo atrás proponen y viven lo mismo. Desde nuestra perspectiva la militancia, sea social o política bien entendida es voluntarismo.
Lo visibilizado ha sido –como vemos- la idea de voluntariado como algo estrictamente individual, de 'personas buenas', y no como una saludable práctica social de grupo. El ideal del rostro bueno identifica la misión con la organización. En Argentina conocemos muchas obras basadas en el rostro bueno que han trascendido, especialmente a través de los medios de comunicación (los medios de comunicación son grandes difusores de este ideal, ya que se visualiza con lo apolítico, lo nuevo), organizaciones centradas en la propaganda de la buena obra, por la cuál captan infinidad de recursos que por ser organizaciones poco participativas, luego, muy bien no se sabe como se invierten o se gastan los fondos.
Corrientemente algunas obras son réplicas de los viejos modelos de asistencia, en otras el lugar del beneficiario es tan pasivo que dejan muchas dudas en cuanto al criterio de solidaridad practicado.
En cambio, en las organizaciones participativas se da un lugar protagónico a los miembros, son organizaciones centradas tanto en la misión como en la organización. Pero muchas de las veces son portadoras de una realidad bastante ambigua, abren un debate polémico ante el hecho de considerar al voluntariado como trabajador.
Si bien históricamente a las Organizaciones Sociales las 'hicieron' socios honorarios, la inclusión de nuevas funciones (como las transferidas desde el Estado o los requisitos de los Organismos de Financiamiento Internacional) en las prácticas cotidianas, trajo consigo el tema del voluntariado como trabajo y si es trabajo debe ser rentado. La mera aparición de la palabra 'renta' no debe precipitarnos en un análisis simplista.
Las prácticas de las Organizaciones son mucho más complejas de lo que se suele imaginar, no solo por la diversidad infinita de lugares, misiones, fines, tipos de organización, sino también, porque no permanecen estáticas o cristalizadas en el tiempo, están en un permanente devenir, un devenir organizacional que muchas veces limita nuestras capacidades explicativas. Un punto de vista sobre el particular, es que no existe una definición al respecto, sino solo una suma de ejemplos que cada uno podrá valorar según su paradigma ético. La indefinición, por un lado, es producto de la novedad del tema, la neofilantropía empresarial y el achicamiento del Estado, si bien son fenómenos simultáneos, no dejan de ser un tema reciente, que a tomado por sorpresa a más de una organización. Por otro, las tecnologías de Gestión de Organizaciones sin fines de lucro, también son un territorio incipiente, teniendo en cuenta que muchas veces estas técnicas son las que potencian a la organización una 'autoconciencia organizacional' de sus aciertos y errores, tanto en lo técnico como en lo valorativo.
A modo de ejemplo un caso complejo de análisis lo representan hoy los movimientos reivindicativos como el pacifismo, el feminismo, los ecologistas, de derechos humanos, los Sin Tierra, etc. En sus estructuras de costos suelen considerar la renta de los técnicos especializados en diferentes temáticas, lo que establece una diferencia entre éstos y los militantes o miembros (voluntarios), una diferencia, entre conocimiento (renta) y militancia (voluntarismo), todo un tema moral difícil de considerar.
Otro caso lo representan las organizaciones de atención a niños y jóvenes, ya sean en temas de salud, tutela, educación, recreación, deporte etc., cada día están más representadas por Organizaciones de la Comunidad y menos por el Estado, lo que trae aparejado un complejo problema: Organizaciones prematuras (algunas que se crean tras intereses meramente económicos) se ven desafiadas a ser eficaces en problemáticas nuevas. Problema manifiesto en la precariedad organizacional que muchas presentan.
Acerca de este problema podemos indicar algunos motivos frecuentes, externos: insuficiente financiamiento, escasa visibilidad, no integrado a planes sociales dinámicos, pocas redes solidarias en el contexto, internos: falta de claridad en la misión, poca capacitación y entrenamiento para la acción social, muchos objetivos y pocos medios, etc. Estos elementos son solo algunos de los tanto que terminan por limitar los resultados. De ninguna manera, esto les quita méritos, solo que si las prácticas de estas organizaciones quedan acotadas a los límites de sus paredes, como ocurría con las macroinstituciones del Estado, sus acciones son reducidas y de bajo impacto, a lo que suele sumarse un deterioro de la estructura organizativa (si la tienen) que termina con la organización, y por supuesto también, con sus valores y con sus miembros. Estas organizaciones hoy nucleadas bajo el paraguas semántico de ONGs., a su vez desarrollan una tarea de 'reclutamiento' de miembros sean socios o voluntarios, centrados más en la propaganda de la buena obra que en los valores de la labor asociativa, es decir, no se valora lo suficiente el hecho de estar juntos, de asociarse bajo la consigna de la acción voluntaria, del compromiso, de la militancia. Al perderse de vista esta dimensión, las organizaciones presentan como dilema, la polémica relación renta versus voluntarismo. Sin embargo, en los barrios, la gente que participa como voluntaria lo hace más por 'un problema de todos' (mutualismo) que por ocuparse del tiempo libre o de sus problemas de conciencia. Es el caso de algunas organizaciones de infancia, en las cuales, a veces, sus miembros han realizado una opción de vida por los niños y no cobran por su trabajo, estos voluntarios en realidad basan su práctica en una elección vocacional, vocación no remunerada, e.i. como ser monja o militante, que son opciones de vida más allá del atravesamiento de la renta económica o la militancia social. Otras prácticas que se presentan como voluntarias y tal vez tienen una definición más apropiada son los miembros de las Comisiones Directivas (mutualismo), o madres cuidadoras de jardines comunitarios (mutualismo), manzaneras (militancia social y/o política), etc. Para estos casos resulta útil la distinción hecha entre prácticas mutualistas y voluntaristas, planteada al inicio de este apartado.
Por otro lado, encontramos prácticas más claras de voluntariado como, operadores telefónicos de teléfonos solidarios, cuidadores de niños enfermos, pastoral de los niños, voluntarios en hospitales, estudiantes universitarios: pasantes o cátedras de extensión, etc. En resumen son prácticas que podemos ubicar como de 'ayuda al necesitado', desde una relación solidaria. Nuestra idea en particular es que, en una organización de voluntarios es más importante los valores de la organización que los valores de la misión. Porque sin aquellos estos no tendrían sustento ético. En nuestro análisis acentuamos el valor de la participación, en esta línea podemos definir al menos cuatro modelos de organización que han recorrido nuestra historia y se encuentran aún operantes casi en el sentido de paradigma organizacionales:
La Organización de Beneficencia: Caracterizada frecuentemente por un fuerte componente confesional religioso y/o de clase. Sus acciones son llevadas adelante mediante fines altruistas, de conciencia y/o morales.
La Organización Voluntarista: este tipo de organizaciones son producto corrientemente de familias, grupos de autoayuda, personas de la comunidad, que por alguna causa, como: una 'promesa', 'un compromiso', 'por algo que de sentido a sus vidas', etc. proponen ofrecer sus servicios voluntarios. Se caracterizan por el rol determinante que juegan los elementos autoreferenciales de sus fundadores en la definición de la 'misión' de la organización.
La Organización Fomentista: suelen surgir por la evaluación de una necesidad comunitaria, falta de una guardería, un centro de jóvenes, inseguridad, etc. Los actores claves son vecinos, militantes sociales y/o políticos, el cura del barrio, un grupo de jóvenes etc. Suelen reivindicar 'viejas' metodologías de movilización social. Muy atravesada por las cuestiones de conciencia, en este caso ideológicas, es común que se organicen tras un 'gran ideal'. Puede decirse que son los tipos de organizaciones que 'fomentaron' los modelos participativos de asistencia social asociados al Estado.
La Organización Profesionalizada: son del tipo de organización 'que cuenta con una experiencia', suelen ser grupos que por los conocimientos adquiridos en la vida institucional y frecuentes capacitaciones, comienzan a sistematizar su experiencia, normalizar procedimientos, instalan una evaluación de su práctica, organizan la tarea desde un abordaje de equipo, en este modelo se encuentran diferentes orientaciones como los abordajes en red, el gerenciamiento social, el sistémico, la participación comunitaria y desarrollo local, etc. Por su 'racionalidad organizacional' suelen ser líderes entre el resto de organizaciones.

Quizás el hecho de que el pensamiento organizacional e institucional usan frecuentemente el concepto de modelo, se pueda representar más fácil la idea de que es un modelo organizacional. El modelo organizacional es un sistema de valores, objetivos, estructuras, modos de distribución del poder, misiones y proyectos, adoptados por una organización de modo voluntario e involuntario en un momento determinado y a lo largo de su vida institucional. En este sentido, las organizaciones de voluntarios son dependientes de un modelo socio-histórico de organización.
Entonces, lo dicho hasta aquí nos permite afirmar que el voluntariado es un sujeto en tanto se manifiesta como actor social expresado en una organización que los contiene. Reconocer el rol de la organización, promover la participación, la solidaridad requieren corrernos del paradigma del rostro bueno, y acercarnos a una organización de voluntarios convocante y democrática

La Lucha de Calles: a 40 años del Cordobazo

|

Prof. Ricardo D. Solís

(El siguiente texto se encuentra disponible para su discusión en “Redes y Grupos”)

Entre algunos compañeros venimos notando que evocar el Cordobazo del ’69 suena como melodía a los oídos militantes. Si bien el debate intelectual sobre el Cordobazo sigue generando airadas polémicas, resulta atractivo hacer algunas comparaciones de época y usar aquella pueblada como esquema de análisis de algunos eventos de insurrección actuales.
El Cordobazo fue una insurrección clasista. Considerando especialmente la situación global de la clase obrera argentina de entonces, la proscripción del peronismo y el potencial concientizador del “entrismo” de izquierda en los gremios. Pero también, y muy especialmente el protagonismo estudiantil. La mentada alianza obrero-estudiantil tuvo, quizás como nunca, una expresión ejemplar y ejemplificadora para las generaciones venideras. Y quizás las características del liderazgo de Agustín Tosco, sean hoy las que más atractivo producen a la hora de pensar “la organización de la lucha”.

Entre las múltiples discusiones generadas se encuentra la de si fue organizado o espontáneo. Este es un punto de gran interés en el debate actual. También hoy día nos encontramos ante la disyuntiva de si las protestas son o deben ser organizadas o espontáneas. Incluso en el plano de la construcción de poder político territorial. Tanto en el nivel de espontaneidad y organización nos encontramos con la presencia de las nuevas tecnologías disponibles como herramientas, “nuevas armas de combate” para encauzar la lucha (nota diferencial con el ’69). El activismo, sustancial a las luchas populares se ha pluralizado, hoy nos encontramos que se “activan” protestas desde los más diversos planos de la realidad social, los actores son múltiples y volátiles como los medios que usan, de ahí que resulte difícil aprehender sus ideologías, proyectos políticos y su vocación revolucionaria. Elementos que parecieran estar mucho más claro en el Cordobazo: “ni golpe, ni elección: revolución”.
Pero la lucha de calles es una realidad incontrastable que se vincula a la organización territorial de cientos de micros movimientos territoriales, comunidades cibernéticas, redes identitarias y en menor medida a los tradicionales gremios y movimientos estudiantiles, cuando éstos “movilizan” lo hacen a gran escala y con un componente claramente organizativo, donde cualquier análisis de espontaneidad esta fuera de lugar.

Organización o Espontaneidad:“la enseñanza del Cordobazo”

En realidad el Cordobazo fue las dos cosas y esta es su enseñanza. La capacidad de sostener las luchas en la combinación de actores múltiples, ‘integrados’ y ‘volátiles’, ‘cuadros’ y ‘simpatizantes’, ‘los de siempre’ y ‘los arrimados’, combinando los proyectos políticos con los horizontes inmediatos que imponen las necesidades cruciales. La cadena fuerte de la organización que ofrecen gremios y movimientos estudiantiles, encuentran su “eslabón débil” en la protesta territorial, identitaria y de micropoder de los que padecen situaciones invisibles a los ojos de las dirigencias corporativas.
El poder que disputa el espontaneísmo no es el mismo que pretende la lucha estratégica, para disputar el poder se necesita vocación política y esta siempre trasciende el reclamo por derechos vulnerados sean individuales o de sector. Curiosamente el “resurgimiento” del espontaneísmo luego del 2001, pareciera cuestionar la representatividad lisa y llanamente de cualquier dirigente, esto entre otras cosas, es consecuencia de la explosión de planos de realidad a la que nos exponen las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. El bombardeo constante y persistente de información hace que lo único que podamos ver es lo que se mueve, cambia generando una preocupante capacidad para el olvido. Por eso, fenómenos como la construcción política, el fortalecimiento de procesos asociativos, la planificación estrategica de luchas, carezcan de interés, al menos, para la vidriera de los medios. Como consecuencia, todo parece espontáneo o manipulado por desconocidos, a lo que se agrega la tendencia que tampoco esto importa demasiado.
Un capítulo aparte, requiere considerar el estilo de liderazgo que ha trascendido de Agustín Tosco, para ello podemos citar al representante interamericano que en ocasiones de elaborar un informe sobre el movimiento obrero argentino, dice: “si bien la mayoría de los observadores dice que Tosco tiene cualidades mesiánicas, no representa un número importante de sindicatos” … a pesar de este análisis ocurrió el Cordobazo... El liderazgo de Tosco se caracterizó por su acompañamiento de las bases y esta cercanía valió como para unir en la lucha “espontaneidad y organización”.
Bueno, la comparación histórica respeta poco los contextos y coyunturas de ahí que resulta intencionada, pero evocar momentos históricos tan trascendentes y rescatar de ellos su capacidad propositiva, ya no solo como móvil de futuras luchas, sino como hicimos acá, como esquema para el análisis de lo actual, es también una posibilidad intelectual necesaria.

La configuración de redes

|

Prof. Ricardo D. Solís

(El siguiente texto se encuentra disponible para su discusión en “Redes y Grupos”)


El pensamiento actual sobre redes se encuentra entre los enfoques más dinámicos y usados dentro de las ciencias sociales preocupadas por la comprensión de los actuales procesos asociativos y movilización social.

No existe mejor práctica que una buena teoría” (K. Lewin):

A pesar del poco acuerdo existente en el plano teórico acerca de “qué es una RED”, podemos encontrar el desarrollo de un enfoque llamado ENFOQUE DE REDES (década de los ’80), una perspectiva que afirma que las organizaciones y movimientos sociales pueden concebirse esencialmente como manifestaciones de redes socioespaciales latentes, cuyo elemento aglutinador son sobre todo comunidades de valores. Para Dalton/Küchler, la diferenciación social ha conducido en la sociedad industrial avanzada a la formación de comunidades de valores con alta densidad de interacción personal entre los integrantes. Las redes socioespaciales así formadas subsisten durante largos períodos de tiempo y pueden activarse en una coyuntura favorable a la movilización. Morris, observó que la preexistencia de redes sociales es un requisito básico para el desarrollo de un movimiento social, así cómo la importancia de dichas redes latentes como estructuras de apoyo para una gran variedad de organizaciones sociales.

En el concepto de lo “socioespacial”, podemos ver lo circunstanciado del análisis, ya que si bien hoy nos encontramos con este fenómeno, lo cierto es que las redes o comunidades cibernéticas se han erigido como nuevas redes sociales, también constituidas a partir de la comunidad de valores, cultura, necesidad, etc. Las nuevas tecnologías de la información propician un desarrollo creciente y frenético de la asociatividad por vía virtual. Un hecho que recientemente comienza a ser estudiado a pesar del impacto visible en la vida cotidiana y los procesos de constitución de la subjetividad social.
En este sentido, M. Castells (1996) ve la "Sociedad en Red" como una nueva forma de organización social, no una simple etiqueta para un fenómeno tecnológico. En la "Sociedad en Red" la identidad personal se define a partir de la conexión a una red, antes que por la ubicación dentro de una familia, clan, tribu o estado. Las sociedades, para Castells, están siendo estructuradas a partir de la complementariedad bipolar de Red y Ego. "En un mundo de flujos globales de salud, poder e imágenes, la búsqueda de la identidad colectiva o individual, asignada o construida, se vuelve la fuente fundamental del sentido social". Y debido a la prevalencia actual de la tecnología de la información, el mundo está siendo quebrado entre una tecno-elite, globalmente conectada y las identidades comunitarias, atrincheradas en lo local. Destaca la importancia del moderno proceso de localización a la par de la globalización.
Este breve marco conceptual nos ubica centralmente en lo siguiente: (a) Identidad y Constitución social del sujeto, (b) Territorialidad vs. Globalización, (c) Organización Social y Tecnología de la Información. Estos tres pares complementarios son suficientes como para darnos una imagen “de qué se habla cuando se habla de redes”.
“Red la institución de nuestra época”
La verdad es que red como concepto no denomina solo una organización de nuestra época, viene de una terminología de ingenieros militares franceses del s. XVII, quienes llamaban ramales (red) a los sistemas de comunicación interna de una aldea o fuerte, ramales que se construían con un criterio de defensa. Es curioso, ya que si bien red hoy nos habla más de vínculos secundarios, esto también se relaciona con la defensa, cuidado, protección de personas y grupos.
La red podemos describirla como una configuración organizativa con características propias. Antes que nada es interesante aclarar que bajo el paraguas de red, se entenderá todo fenómeno asociativo/organizativo que carezca de verticalidad visible (conducción), sus relaciones siempre informales y caóticas, poca perdurabilidad incluso de baja densidad en cuanto al afecto asociativo, esta es la percepción negativa de la red, si bien tiene varios de estos componentes, pueden verse con “otro cristal”. La red es organización y se podría describir en sus componentes esenciales:
- La IDENTIDAD como elemento clave de afiliación o reclutamiento.
- AUTOORGANIZACIÓN fija sus propios objetivos, se produce a sí misma.
- MULTIDIMENSIONALIDAD la red suele existir más allá de lo que vemos y abarca dimensiones múltiples de la realidad y los discursos.
- La INFORMACIÓN es la “materia prima”, la red se sostiene en tanto se produzca, circule y reproduzca la información, cualquier tentativa de captura la desnaturaliza.
Los conceptos indicados son lo suficientemente propositivo como para describir con ellos las características organizativas de una red.
Ahora entre las redes socioespaciales nos encontramos, al menos en Argentina, con una amplia y legendaria tradición de asociatividad comunitaria, no siempre valorizada en las ciencias sociales ‘consumidoras de teorías europeas’, al respecto nos dice J.L. Coraggio, “Han pasado dos siglos desde que la separación de los trabajadores de los medios de producción, y la indigencia y precariedad en la reproducción familiar resultante, multiplicaron las iniciativas asociativas desde las bases, aunque también impulsadas desde el Estado”.
En el universo de las iniciativas asociativas de base encontramos las sociedades de inmigrantes, las cooperativas, las sociedades de socorros mutuos, más recientemente los comedores populares, entre otros tantos. En este sentido, E. Dabas, en un material muy difundido en nuestro medio, ve en diferentes iniciativas que van desde, la formación en un medio rural, la autogestión en asentamientos populares, la organización en grupos de inmigrantes, hasta en una red de docentes de educción no formal y jardines maternales una expresión del fenómeno de las redes.
En este caso encontramos la cotidianidad, las estrategias de supervivencia y la organización popular entrelazadas en una red de ayuda mutua capaz de sostener proyectos de vida. La economía social en todas sus expresiones son redes de ayuda mutua, que en la labor diaria y sostenida logran un estatus organizacional asociativo formal. Cuando esto ocurre, la red de apoyo mutuo adquiere una configuración organizativa más estable.

“La red se alimenta de redes”

Como todo proceso autoorganizativo la red se nutre de la sinergia de otras redes en un vínculo a doble vía (feeback). Con el solo fin de esquematizar proponemos analizar el vínculo existente entre el acto organizativo de un Plan Social, una Organización Social y un Grupo de Ayuda Mutua. De la interacción de tres redes (o sistemas) surge la red de: economía social, desarrollo comunitario, género, programa de educación de adultos, etc. El plan social suele aportar el ‘recurso fuerte’, básicamente por su capacidad distributiva, la ONG el entramado asociativo formal, y ninguna de ellas sería tal cosa, sin un grupo de ayuda mutua que preexistente, existente no articulado o promovido se organiza tras un proyecto de gestión asociada y desde allí se constituirá como actor significativo.
-----------------

Algunos lineamientos básicos para la elaboración de Propuestas

|

Cristian Crespo. Operador Psicosocial.

Planificar es usar procedimientos para introducir organización y racionalidad a la acción con el propósito de alcanzar determinadas metas y objetivos. Esto vale tanto para nuestra vida cotidiana, y todo lo que ello significa, como para la elaboración de planes, programas o proyectos, mediante el uso de métodos mas o menos sofisticados. Podemos decir que la planificación no es mas que una forma de sistematización del sentido común, con toda la amplitud que a la definición de “sentido común” le podamos dar.

El siguiente texto pretende ser sólo una guía, nada mas que eso, es una “ayuda memoria” de conceptos y formas de presentar las ideas trabajadas en los grupos; puede que los contenidos sean obvios y ya conocidos, pero nunca esta demás reiterarlos para tenerlos presentes.

1- Diferencia entre plan, programa, proyecto, actividad y tarea.

Estos términos comúnmente suelen utilizarse casi como sinónimos, pero cuando hablamos dentro de la tecnicidad de la planificación, tienen sentidos totalmente diferentes y cada uno indica distintos niveles de concreción:

Plan: es el término más global y hace referencia a las decisiones de carácter general que expresan los lineamientos políticos fundamentales, las prioridades que se derivan de esas formulaciones, la asignación de recursos acordes a esas prioridades, las estrategias de acción y el conjunto de medios e instrumentos que se van a utilizar para alcanzar las metas y objetivos propuestos. Desde el punto de vista de lo que podríamos llamar la “administración central”, el plan tiene por finalidad trazar el curso deseable del desarrollo de un sector (económico, social, cultural, etc)
Un plan engloba programas y proyectos, pero no esta compuesto solo por un conjunto de programas y de proyectos; su formulación se deriva de propósitos y objetivos mas amplios que la suma de programas y proyectos, ya que, en nuestro caso, en el “Proyecto Municipal”, debería estar enmarcado lo que se pretende como ciudad. En apretada síntesis, el plan es el parámetro técnico-político en el cual se enmarcan los programas y proyectos.

Programa: se podría definir como un “conjunto organizado, coherente e integrado de actividades servicios o procesos expresados en un conjunto de proyectos relacionados o coordinados entre si y que son de similar naturaleza”.

Un programa hace operativo a un plan mediante la concreción de acciones orientadas a alcanzar las metas y objetivos propuestos dentro de un periodo determinado. Un programa esta conformado por un conjunto de proyectos.

Proyecto: están conformados por “un conjunto de actividades concretas, interrelacionadas y coordinadas entre si, que se realizan con el fin de producir determinados bienes y servicios capaces de satisfacer necesidades o resolver problemas”. La realización de un determinado curso puede ser un proyecto dentro de un programa orientado a determinado sector e la población. Al igual que los programas se concretan a través de actividades organizadas y articuladas entre si, para alcanzar determinados objetivos.
La diferencia entre un programa y un proyecto, reside en la magnitud, diversidad y especificidad del objetivo que se quiere alcanzar o la acción que se va a realizar.

Actividad: es el medio de intervención sobre la realidad mediante la realización secuencial de diversas acciones necesarias para alcanzar las metas y objetivos específicos de un proyecto.

Tarea: Concretiza en un grado máximo y especifico a la actividad. Un conjunto de tareas configura una actividad entre las muchas que forman un proyecto.

2- Requisitos para una buena formulación de programas o proyectos.

Es conveniente refrescar cuales son los requisitos mínimos para la buena formulación de un programa o de un proyecto.
Según la FAO (1) para que un programa (o proyecto) este bien diseñado y formulado debe explicar lo siguiente:

• Razones por la cual se necesita realizar el mismo. ( Fundamentación)
• A que fin contribuirá el logro de los objetivos. (Finalidad)
• Que se espera obtener en caso de que se tenga éxito. (Objetivos)
• A quien va dirigido (beneficiarios directos) y a quien afectará (beneficiarios indirectos)
• Que debe producir para crear las condiciones básicas que permitan la consecución del objetivo (Productos)
• Con que acciones se generan los productos (actividades); como organizar y secuenciar las actividades.
• Que recursos se necesitan para obtener el producto y lograr el objetivo propuesto. (Insumos)
• Quien o quienes serán los ejecutores. (Responsable y estructura administrativa)
• Como se ejecutará. (Modalidades de operación)
• En cuanto tiempo se obtendrán los productos y se lograran los objetivos previstos. (Calendario)
• Cuales son los factores externos que deben existir para asegurar el éxito del proyecto. (Pre - requisitos)

Sabemos que las pautas de elaboración de un programa o de un proyecto son procedimientos mas o menos generales y que por ello el número de acciones y de pasos implicados depende de la naturaleza y de la magnitud que tengan, por ello las pautas propuestas deben complementarse con la capacidad de adaptarlas a cada caso especifico, sabiendo que siempre existirán factores que estarán fuera del control de quienes programan o proyectan. Así mismo, aun cuando se tengan en cuenta todos estos requisitos, habrá siempre un margen de incertidumbre en cuanto a los resultados, ya que, la tarea de planificar enfrenta siempre el principio de incertidumbre de la realidad. Esto debe significar claramente que todos nuestros planes, programas o proyectos se diseñaran con la predisposición de enfrentarlos a una realidad fluctuante y dinámica entremezclada con actores sociales que pueden tener intereses diferentes en relación con los objetivos.

Cada coyuntura nos puede enfrentar a bifurcaciones inesperadas que a su vez están Interconectadas a los procesos múltiples que operan nuestra realidad social que, en definitiva, es el campo donde se pretenden llevar a cabo los programas y los proyectos.

3- Para mejorara la capacidad de programar y elaborar proyectos.

No se elaboran planes, programas o proyectos para redactar documentos con buenas intenciones, sino para llevarlos a cabo, es decir, para concretizarlos. Para que esto suceda se debe dar una buena articulación entre lo que podríamos llamar la formulación y las acciones propiamente dichas, esto solo es posible si se desarrollan una serie de cualidades propias de las llamadas eficiencia y eficacia operativa. Ellas comportan no solo la capacidad de hacer operativo lo concebido, sino también una clara disposición a abandonar las ideas que se revelan como obsoletas o inútiles, al mismo tiempo que implica la capacidad de generara nuevas ideas, nuevas propuestas y cuando sea necesario, nuevos modelos de actuación; pero sobre todo supone la capacidad de traducir las ideas en acción.
Lograr una mayor eficiencia y eficacia operativa implica un enfoque metódico y sistemático orientado al aprendizaje de todas las pautas necesarias para elaborar un programa o un proyecto. Nosotros, con estas líneas, apuntamos hacia algo básicamente necesario y mucho más modesto que ayude a organizar las propuestas de cara a la acción. Para esto hay que hay que pensar organizando las ideas mediante la manipulación mental de la información haciendo propuestas realistas para la solución de problemas. Esto es organizar la mente para la acción y en esta instancia de trabajo, y en la dimensión más elemental, la mejor manera de hacerlo es formular diez preguntas básicas y dar respuestas a cada una de ellas, de esta manera, al seguir el orden de las preguntas, todas las áreas de trabajo podrán presentar lo producido con un estructura de formato similar. He aquí estas preguntas fundamentales:

*¿Que se quiere hacer? (Naturaleza del proyecto)
*¿Por qué se quiere hacer? (Origen y Fundamentación)
*¿Para qué se quiere hacer? (Objetivos y propósitos)
¿Cuánto se quiere hacer? (Metas)
¿Dónde se quiere hacer? (Localización física o cobertura espacial)
*¿Como se va a hacer? (Actividades y tareas. Métodos y técnicas)
¿Cuándo se va a hacer? (Calendarización o cronograma. Ubicación en el tiempo)
*¿A quienes va dirigido? (Destinatarios o beneficiarios)
*¿Quiénes lo va a hacer? (Recursos humanos)
¿Con qué se va a hacer? (Recursos materiales o financieros)


Nota: las preguntas que están acompañadas de un asterisco, dentro de lo posible, deberían tener respuesta ya que se consideran, en esta etapa, las más importantes; las otras si se pueden responder mejor.

(1) FAO (Food and Agriculture Organization): pautas para la evaluación de proyectos de cooperación técnica (mineo) Roma, 1984

Bibliografía:Ezequiel Ander-Egg. María José Aguilar Idañez, “Como elaborar un proyecto. Guía para elaborar proyectos sociales y culturales”. Editorial LUMEN / HVMANITAS. 2002

Tribulaciones y lamentos de un futuro Operador Psicosocial en sus primeras prácticas de observación grupal

|

Algunas apreciaciones personales

Cristian Crespo. Operador Psicosocial.

Primera Apreciación
“... Romeo se mira en el espejo (no me queda mas remedio que ser lo que parezco, aunque talvez parezco lo que soy) y acaricia el puño enjoyado de la daga que lleva en la cintura...” Eduardo Gudiño Kieffer. Fabulario. Mascarada (cuento)

El tercer año nos encuentra en una ambigua situación que sin dudas nos limita: somos aquellos que tiene el deber de registrar; los que tenemos a cuestas la pesada carga de no dejar escapar nada de lo que ocurra a nuestro alrededor; somos aquellos que podríamos ser llamados los “alumnospracticantespartedelequipoynotanto” nombre largo, entreverado y sin gusto, producto de la imaginación pero que nos permite apoderarnos de un rol; un importante rol: somos los observadores.
Sentados en un lugar diferente, desigual, casi disparejo y discrepante con el camino hasta ahora recorrido, tendremos que salir de nosotros (¿salir de nosotros?) para que obligatoriamente podamos “pispear” y mirar otras actitudes, las actitudes de “los otros”, las relaciones que “los otros” generan, los vínculos de quienes, al igual que nosotros son alumnos en la búsqueda del saber pero que hemos denominado “los otros”, como si las diferencias fueran profundas y casi irreconciliables. Ellos son lo observable, son los observados; nosotros, apóstoles fieles a una liturgia cuyo dios nos dicta que el mandamiento principal es hacer silencio, solo observamos; desde ahí, desde un profundo mutismo obligado e impuesto comenzamos esta etapa justificada por la realidad que, día a día, vamos descubriendo entre alegrías y tristezas; alegrías que insuflan ánimos a la autoestima y tristezas que destruyen todas las defensas creadas.

Segunda Apreciación
"Toma este ovillo de hilo y cuando entres en el Laberinto ata el extremo a la entrada y ve deshaciendo el ovillo poco a poco. Así tendrás una guía que te permitirá encontrar la salida" Ariadna a Teseo poco antes de entrar al laberinto del Minotauro.

Esta insipiente práctica que hasta ahora hemos desarrollado sin dudas que nos ubica en un lugar diferenciado de todos, diferenciado de los demás alumnos que no nos ven como pares y diferenciado del equipo porque somos parte de él pero seguimos siendo alumnos. Esto nos impone una cierta presión que nos puede llegar a obnubilar y a hacer que equivoquemos el camino. ¿Estamos preparados para cubrir con la mayor eficiencia las exigencias que el rol nos impone?, ¿podremos hacerlo sin mayores inconvenientes?, ¿podremos descubrir en su momento, lo implícito en el grupo para poder ayudar a explicitarlo?, ¿cómo formar parte del equipo sin dejar de ser alumnos?. Las respuestas a estas preguntas y a otras mas que inevitablemente surgen, al decir del Martín Fierro, “como agua de manantial”, estarán dadas al final; cuando lleguemos a la meta propuesta, cuando podamos mirar para atrás y sobre el camino recorrido, satisfechos o no, digamos que hemos cumplido.

Hoy estamos prontos a entrar al misterioso laberinto que nos ofrece el equipo coordinador de tercer año. El ovillo de hilo que Ariadna ofreció a Teseo y que es tan necesario para no perder el rumbo, será reemplazado por justas herramientas teóricas brindadas por esta suerte de guías espirituales corporizados en los coordinadores; dentro del laberinto, en lo profundo, en lo desconocido nos esperan asechantes la frustración, la ansiedad, la negación y algunas espinas que herirán, sin dudas nuestro más puro narcisismo. Andar es el desafío, solo andar.

Tercera Apreciación
“Solo el mahatma conoce las penas del mahatma” Proverbio hindú

Para comenzar a practicar y a despertar el rol del observador, una vez que tenemos en claro cuales son los posibles escollos que encontraremos en nuestro andar, deberíamos primeramente reconocer las limitaciones para aceptar nuestras actitudes detectando y desarrollando nuestras aptitudes y así tratar de ser buenos operadores de la realidad.
Descubriremos que seremos presa fácil de la ansiedad y sabiendo que necesariamente deberemos controlarla lucharemos contra ella desarrollando sin prisa pero sin pausa nuestra “autocontinencia” o para decirlo de otro modo, si queremos hablar, vamos a tener que mordernos los labios antes de hacerlo, si queremos expresarnos de alguna otra manera deberemos frenar esos ímpetus y la paciencia será quien pretenda dominarlos.
Tendremos que condescender algunas de nuestras actitudes y someterlas a la tolerancia y así aguantaremos el tiempo necesario que nos pida la tolerancia a la espera, hasta que desahoguemos nuestros atravesamientos ante quien corresponda.
Mas duro será instalar el compás necesario para poder trabajar o retrabajar la tolerancia a la frustración. Definida esta última, según el Diccionario Larousse de la Lengua Española, como “la privación a uno de lo que esperaba” deberíamos comenzar a plantearnos, para no sufrirla o para tener mas tolerancia a la misma, que es lo que esperamos de la practica de observación. Si esperamos ser las figuras principales del grupo y así ser reconocidos permanentemente como alguien superior, dejando de lado el anonimato que nos corresponde o pretendemos que el primer día podamos recordar todos los nombres de los integrantes que conforman el grupo y además tomar una crónica donde se transcriba todo lo que se ha dicho junto a lo que a nuestro alrededor sucede, entonces nuestra frustración será de dimensiones importantes. Creo que disminuir nuestras expectativas y las autoexigencias impuestas es un buen ejercicio para comenzar a observar grupos desde un lugar que no afecte en demasía nuestras almas sufrientes.

Cuarta Apreciación
“La única verdad es la realidad” Frase adjudicada a Juan Domingo Perón.

Dicen por ahí que el rol del observador así como lo ejercemos en nuestra práctica es irrealizable fuera del ámbito de la escuela, que cuando uno va a trabajar a la comunidad no hay tiempo para incluir una variante que se contradice tanto con lo que socialmente se espera y se exige; instalar en medio de un grupo una persona que no habla, no contesta no trae nada positivo ya que genera un obstáculo muy grande. Desde nuestro punto de vista hoy debemos aceptar que en nuestra realidad, la practica que estamos desarrollando nos exige este modelo vouyeurista, estático y robótico; hoy somos amanuenses medievales de crónicas que serán interpretadas por otros. Cuando el ámbito a observar sea otro veremos que es lo razonablemente practico y nuestra realidad cambiará.

Quinta Apreciación
“Él era un consumado artista del ojeo midiendo la noche desde su atalaya. Resistiendo los envites de los mirares ajenos hasta que le echaban humo las pestañas.” Mírame y no me toques. Canción Letra: Joan Manuel Serrat y Joan Barril

Entre la observación de los grupos y el registro emocional, tanto de los observadores como de los observados, no hay solo simpatías; observar y ser observado, por lo general, en la mayoría de los casos, es terriblemente incomodo para las dos partes que componen esta suerte de mudo dialogo dialéctico que va y viene. Desde esa incomodidad estamos tratando de descubrir al andar, cuales son los “puntos ciegos” que existen en nuestro campo visual exterior e interior para sortearlos de la mejor manera posible. En algunos casos cuando tocamos puntos donde lo observable nos atrapa, debemos dejarnos llevar como en el tango, donde los cuerpos tienen que armar un circuito de tensiones encontradas para que el equilibrio no esté en cada uno sino en el centro. Si pretendemos imponer nuestra fuerza, desviaremos el sentido de la danza.

Hay que saber no intervenir o en todo caso, si es valido, cuando hacerlo. La observación debe ser elástica en el sentido que el observador se debe adaptar a lo observable y emocionalmente tratar de no involucrarse demasiado; de todas maneras uno ve lo que puede ver, percibe lo que su entendimiento o subjetividad le permite percibir ya que no estamos cubiertos por un baño de teflón como para que las cosas no se nos adhieran, pretender esto suceda es una aspiración a veces anhelada pero realmente lejana.
En la medida que descubramos “puntos ciegos” en nuestro andar veremos la forma de que los mismos no sean un obstáculo en nuestra visual y, como el yudoca, usar la fuerza negativa que traen, en beneficio nuestro.

Sexta Apreciación
... y los ojos miraban con tal intensidad que una ojeada bastaba para llegar al alma del interlocutor, y para leer en ella sus pensamientos más ocultos. Y, como esa inspección resultaba casi intolerable, lo más común era que no se desearas volver a encontrar aquella mirada” Humberto Eco en boca de Adso de Melk al describir a Malaquías de Hildesheim; el bibliotecario. El nombre de la rosa

El del observador es un rol prescripto y obligado por la realidad teórica; un rol que se nos ofrece pero que también se nos impone; un rol que aceptamos aun en condiciones adversas cuando lo debemos asumir y desarrollarlo o cuando somos lo observable. Nos debemos resignar a las incomodidades que nos genera aun cuando la fuerza de los obstáculos epistemológicos y epistemofílicos atraviesen no solo nuestro sendero de aprendizaje, sino también nuestra alma. Al observar en el grupo nos sentimos observados, y esos ojos inquisidores que nos miran fijamente o como al pasar, nos dicen y nos avisan que de alguna manera nos vigilan esperando de nosotros algo mas: para ellos somos quienes escrutan su accionar para después evaluarlos.
El rol en general es una dimensión que articula, un elemento que acopla la verticalidad del sujeto con la horizontalidad del grupo, ¿qué sucede al respecto con el observador?, ¿qué genera el observador en el grupo hasta que llega al punto ideal en que pasa desapercibido?, ¿cómo actúa la verticalidad del observador cuando desaparece detrás del rol?, si los roles comienzan a funcionar cuando existe un reconocimiento del otro, ¿como podremos reconocer el rol del observador si se incorpora como si fuera etéreo?.
Mirar y ser mirado, observar y ser observado desde el mutismo obligado, pasar a la clandestinidad estando físicamente en el grupo y recibiendo las ansiedades más primitivas por parte de los integrantes, ser un fantasma y no serlo, situaciones que sin duda nos afectan.

Séptima y Última Apreciación
Los fantasmas dan mas miedo de lejos que de cerca. Nicolás Maquiavelo

La “invisibilidad” del observador detrás de la máscara que el rol le impone es, en un principio, una aspiración de deseo. La practica (o la teoría) dice que con el tiempo este deseo pasa a ser una cuestión notablemente real y, por supuesto, recomendable para el buen funcionamiento del grupo. Pero, ¿qué es eso de la “posición fantasmática del observador”?; ensayar una respuesta, hoy es un desafío a la intuición mas que al conocimiento certero, pero vale el intento.
La existencia de un observador despierta ciertas fantasías que metafóricamente podríamos relacionar con fantasmas. La implicitación del rol (no así de la presencia de quien lo cumple) hace que concientemente no se tenga registro del mismo y quien observa pase a ser alguien que es anónimo al grupo, alguien que está y no. Su presencia es obvia y como todo lo obvio difícil de registrar pero ¿qué sucede cuando físicamente el observador falta?. Es precisamente ahí cuando más se nota su existencia es decir cuando, mágicamente se produce esa paradójica realidad en la que la ausencia denota la fortaleza de la presencia de quien observa, a mi modesto entender eso sucede porque el rol del observador, como un espíritu alquimista que conjuga presencia y ausencia, siempre esta en el grupo.
Cuándo somos observados, ¿cuales son las cadenas que arrastra nuestro alquímico fantasma?, ¿cuánto ruido producen? , ¿cuántos ecos deja rebotando en los sótanos de nuestro ser?. Esperemos que sean los mínimos, aunque eso no interesa ya que más allá de la intensidad y a pesar del pánico, los debemos soportar sin remedio.



Los observadores están y no están, son “la existencia inexistente” sufriendo o gozando una cosificación impuesta por la negación. Los buenos se hacen olvidar pero... ¿existen observadores buenos y observadores malos?



La Animación Comunitaria

|

Cristian Crespo. Operador Psicosocial

La Animación Comunitaria es un camino que nos sirve muy bien para poder desarrollar e impulsar tareas de inserción social, es una herramienta clara, y hasta de uso elemental, para aquellos militantes sociales que necesariamente buscan el cambio. Hay algunos que hacen de esta herramienta una opción de vida, si nos preguntarnos ¿cuál es el rol que cumplen? obtendríamos varias respuestas cuyo sentido dependerá de cual sea la forma en que se piense como se puede cambiar, para bien, la realidad que nos rodea y nos moviliza; surge entonces la figura del Animador Comunitario como agente de cambio o impulsor de actitudes que mantienen el entramado social como una red solidaria.

Puede haber varias formas de caracterizar a los Animadores Comunitarios, una de ellas es la que lo define por el campo de acción donde realiza sus actividades y aquí, en particular, se ha decidido orientar el texto hacia el lugar que surge como más cercano y natural para desarrollar tareas tendientes a mejorar la realidad sufriente de quienes menos tienen y de potenciar sus alegrías; este lugar es el campo barrial, el barrio.

¿Cómo definir la Animación Comunitaria?

Al comenzar a pensar en la posibilidad de definir lo que es la Animación Comunitaria, encontramos que no existe una definición única que la encasille, ¿por qué sucede esto?, ¿depende del punto de vista con que se la estudie?, ¿depende de donde se la aplique?, veamos.
La Animación Comunitaria, y aquí si que no hay dudas, se fundamenta en la comunidad como elemento social que posee dinamismo interno propio y una organización hacia la búsqueda de objetivos bien definidos que intentan conseguir, como mínimo, una mejora en los niveles de vida de los ciudadanos. El concepto de comunidad es uno de los mas ricos que encontramos en las Ciencias Sociales; se la puede entender de distintas maneras y ver su significado desde distintos lugares, de aquí las formas responder el interrogante fundamental de este texto: ¿Que es la Animación Comunitaria?.
Algunos dicen que es “toda acción en o sobre un grupo, una colectividad o un medio que tiende a desarrollar la comunicación y la vida social...”, otros, mas amplios en sus conceptos, la definen como “un servicio orientado al crecimiento y maduración de la vida social, cultural y política desde el apoyo, la propuesta y la participación, con la finalidad de construir una comunidad viva, solidaria, corresponsable y comprometida”.
Si observamos detenidamente estas dos formas de encuadrar, de alguna manera, a la Animación Comunitaria, vemos que están unidas por un mismo espíritu, un mismo objetivo, un mismo eje central que nos dicen que, está relacionada directamente con la forma en que podemos pensar la mejor manera de organizar la participación comunitaria en busca de resultados.
Existen muchos ámbitos donde se desarrollan actividades tendientes a esto. Las entidades intermedias, las comunidades educativas, las deportivas o las religiosas, son ejemplos de lugares donde la Animación Comunitaria siempre es necesaria.
En nuestro caso, como el objetivo que buscamos es lograr que la calidad de vida de nuestros vecinos, sea mejor, se puede pensar como una herramienta que sirva para lograr el mayor bienestar de la comunidad trabajando en conjunto con sus integrantes, es decir, una herramienta de cambio para la vida social de las personas dentro de la comunidad donde viven.
Así, podemos imaginarla como el hilo fundamental de una red de lazos que se tejen entre todas las personas de un lugar determinado creando vínculos.
Es lo que puede movilizar a los vecinos para que intercambien tareas, se escuchen, se comuniquen, se junten analizando entre todos la realidad que les toca vivir para ver como es posible mejorarla buscando un objetivo común.
Descubrir esto y ver que se trata de una forma de entender la vida, es el principio de un sueño que en los tiempos difíciles debe servir como brújula para iniciar el cambio, es el primer paso de muchos hacia un imaginario de bienestar y de mejora teniendo en cuenta que la única forma de lograrlo es entre todos y con todos, aprendiendo del otro y con el otro, para que cada uno así obtengamos la alegría de sabernos útiles.

¿Qué es Animar?

Animar, para nosotros, es sinónimo de impulsar, de estimular, de encontrar las ganas necesarias para crecer, de aprender del otro y con el otro, es la forma de instalar las acciones en favor de la comunidad para lograr, mediante la generación de iniciativas populares, el desarrollo de un de terminado sector. Podemos decir que:

Animar es transformar la fuerza individual en fuerza de conjunto convirtiendo cada brazo en el hilo de una red que nos brinde bienestar a todos.
También es incentivar, estimular, dinamizar, ayudar, integrar, alentar, difundir, compartir y muchas cosas más que, paulatinamente, iremos descubriendo. Algunas, veremos que no son desconocidas porque ya forman parte de nuestra práctica diaria; otras serán nuevas y tendremos el desafío de hacerlas propias. Todas tienen la particularidad de formarnos para ser un conjunto de militantes sociales que, codo a codo, podamos encontrar las mejoras necesarias y el camino a seguir.

La Animación Comunitaria, una herramienta social

Meditemos. ¿Cuál es la mejor forma de impulsar cambios en la vida social de quienes nos rodean?, ¿cómo lo haríamos?, ¿qué es lo que buscamos? Tratemos de pensar las respuestas desde el siguiente texto:
“La Animación Comunitaria es un servicio orientado al crecimiento y maduración de la vida social, cultural y política desde el apoyo, la propuesta y la participación, con la finalidad de construir una comunidad viva, solidaria, corresponsable y comprometida”
Este texto es coincidente con una forma de pensar la construcción de un entramado social contenedor y ejecutivo, es una forma de entender y encontrar el canal de las soluciones, porque en ella se ve cual es el camino a seguir para llegar a los mejores resultados.
La Animación Comunitaria es una buena herramienta para el cambio social, el cambio que nos ayude a encontrar la forma de construir un lugar mejor para todos.

La Comunidad como fundamento de la Animación Comunitaria
Ya dijimos que la Animación Comunitaria se fundamenta en la comunidad propiamente dicha, es esta su campo de acción mas natural, el lugar donde se desarrolla y se aplica. Las actividades de intervención social, deben centrarse en los grupos-colectivos mas que en el individualismo de las personas, de aquí que creemos importante definir tres factores que le suministran existencia a la comunidad ellos son:

1-La territorialización: Nos referimos al lugar físico, social, económico, cultural y educativo, donde la gente y los grupos viven. El territorio es un espacio educativo donde la comunidad se implica en la solución de problemas versus necesidades sociales. “Ese territorio definido, inmediato y cotidiano, es el lugar de referencia de la persona donde se establecen todo tipo de interacciones hacia una colectividad social que les ata y que es lazo de unión entre lo festivo y lo lúdico, entre los usos y hábitos sociales...”. La identidad de un territorio se estructura a partir de las múltiples interacciones que se suceden de un modo continuo y permanente.
2-La identificación de lazos afectivos: las relaciones de la comunidad son casi siempre afectivas, las personas se comunican directamente, los individuos se sienten unidos por sentimientos y por historias compartidas, por una pertenencia que va mas allá de lo individual y que hace que a la hora de enfrentar problemas comunitarios sean participativos. La actividad participativa es un elemento básico en la Animación Comunitaria y la empatia[1] conlleva un aumento importante en los niveles de participación grupal.
3-El compromiso con los valores existentes: los miembros de la comunidad se relacionan entre si bajo el clima de la solidaridad ante la toma de decisiones. La solidaridad aglutina los intereses personales en proyectos comunes a favor del bienestar social de los miembros del grupo.

Cuando se fundan redes comunicativas o de participación, estas implican la ayuda mutua, el intercambio de opiniones escuchadas y un compromiso real ante cualquier decisión colectiva. “La metodología de la Animación Comunitaria se fundamenta en las acciones sociales donde los miembros de la comunidad se deben implicar en la gestión de recursos disponibles con la intención de realizar una transformación social comunitaria.”
Estos tres factores que definen comunidad y, operativamente, una de las realidades de la Animación Comunitaria como una herramienta del cambio social, son observables que debemos tener muy en cuenta a la hora de intervenir en una comunidad ya que nos van a permitir tener una visión mas acabada del lugar y de sus integrantes.

Bibliografía.
Manual de los Animadores Comunitarios .Programa de Fortalecimiento de la Sociedad Civil. Secretaria de Desarrollo Social. Presidencia de la Nación. Año 1998.
Pierre Besnard “La animación sociocultural”. Paidós Educador. Año 1991.
Sindo Froufe Quintas. “El uso pedagógico del video interactivo en la Animación Comunitaria” COMUNICAR Nº 9. Grupo Comunicar. Colectivo Andaluz para la Educación en Medios de Comunicación. Andalucía. España. pp 178-182.
Sindo Froufe Quintas. “Funciones didácticas de las nuevas tecnologías en la Animación Comunitaria” COMUNICAR Nº13. Grupo Comunicar. Colectivo Andaluz para la Educación en Medios de Comunicación. Andalucía. España. pp 195-199.

El Animador Comunitario

|

Cristian Crespo. Operador Psicosocial.

Los que debe llevar adelante las tareas necesarias para impulsar en las comunidades los cambios sociales para la búsqueda de soluciones, son los Animadores Comunitarios. Ellos son quienes toman la responsabilidad de desarrollar y hacer el seguimiento de un conjunto de prácticas que tienen como finalidad estimular la iniciativa y la participación de las personas en los grupos promoviendo el proceso del desarrollo territorial en el contexto en el que se encuentran, favoreciendo la acción comunitaria, y orientando las actividades y los resultados hacia una mejora social, cultural, y política; es un militante social que desarrolla estas tareas, íntegramente, desde el “que hacer” diario. Para poder realizarlas, lo ideal es conjugar la sabiduría popular que nos deja la experiencia con algunos conceptos teóricos simples que se irán incorporando en forma paulatina.

Se facilita mucho la tarea si logramos que la comunidad se implique en la gestión de soluciones y que ésta participe activamente en la planificación de todas las estrategias y de todas las fases de los proyectos comunitarios que conduzcan a una mejora social de sus miembros. Para ello describiremos algunas de las funciones del Animador Comunitario como agente de intervención social.

a- Función motivadora – sensibilizadora
Esta función consiste en despertar el interés de las personas por todo aquello que tenga significado para ellas, que les preocupe y ocupe. Si uno no esta interesado en algún tipo de cuestión/problema, es muy difícil que se produzca la participación porque la participación activa, no solo la simple asistencia pasiva, se vertebra desde una toma de conciencia que nos conduce luchar por un cambio en todo el tejido social y territorial.
Las informaciones previas, las preocupaciones anticipadas y los problemas existentes son los elementos que impulsan a formar parte de un proceso de participación y se participa porque se percibe, desde un prisma real, que los acontecimientos locales tienen una posible solución en la que todo miembro de la comunidad puede estar comprometido desde el aporte. Para ello, la motivación es muy importante si los integrantes de una comunidad no están motivados, los niveles de compromiso social serán escasos.

b- Función formativa – educativa
Tarea importante de los Animadores Comunitarios es la de aportar a la formación básica de los ciudadanos, a la capacitación de los mismos defendiendo la cultura popular y toda su historia y, desde aquí, suscitar el interés de la gente para que la comunidad se reactive y ponga en marcha proyectos socioculturales que satisfagan sus necesidades básicas así como también, fomentar la disponibilidad a cooperar conjuntamente participando en actividades concretas.

c-Función critica – decodificadora.
Esta función consiste en ayudar a las personas a que se descubran participes de los cambios sociales. Para ello es necesario ofertar oportunidades de todo tipo para que los individuos y los grupos analicen con espíritu critico su realidad vital y sean capaces de comprometerse mediante acciones transformadoras de esa realidad.
Función decisiva para los Animadores Comunitarios es corregir los trastornos sociales y al mismo tiempo promocionar nuevos modelos de vida personal y comunitaria. La Animación Comunitaria se debe convertir en un elemento transformador de las distintas realidades sociales, ayudar a que los integrantes de la comunidad, mediante la reflexión critica puedan descubrir cual es su realidad, es el primer aporte.

d- Función empática – cohesionadora.
El Animador Comunitario, planificada la posibilidad de implementar proyectos desde los diversos ámbitos para beneficio de los colectivos sociales, debe organizarlos y poner en funcionamiento todas aquellas actividades que generen la participación de todos y cada uno de los miembros de la comunidad. Debe dinamizar una grupo o una comunidad para que formen parte de un estado de participación plena en el proceso de transformación social o en la búsqueda de soluciones. Tiene que asumir y facilitar el protagonismo compartido para la ejecución de todo tipo de proyectos, la transformación de una comunidad y la forma de encontrar las respuestas debe ser una acción colectiva asumida por todos.

e- Función práctica – operativa.
Quien quiera ser Animador Comunitario deberá serlo por sus actitudes humanas y por su preparación. Esto es lo que le permite coordinar a las personas y a los grupos, dinamizar las iniciativas comunitarias que vayan surgiendo, descubrir los valores y los recursos, identificar las necesidades de la comunidad, imponer el ritmo de desarrollo, estimular las iniciativas sociales y planificar con los demás, aquellos proyectos que sirvan para la transformación de la vida comunitaria haciendo un seguimiento continuo y una revisión posterior de todos los objetivos propuestos.

Estas funciones del Animador Comunitario, además de otras, nos permiten instalarnos en un lugar determinado por el compromiso social y ético que debemos tener al realizar un acercamiento puntual y flexible a las distintas realidades sociales y a la hora de confeccionar y elegir las estrategias necesarias para diseñar programas de intervención, sin olvidar que la Animación Comunitaria se debe desarrollar como un espacio abierto donde la concurrencia es voluntaria y libre y donde la asistencia no implica ningún tipo de compromiso añadido.



Bibliografía.
Manual de los Animadores Comunitarios .Programa de Fortalecimiento de la Sociedad Civil. Secretaria de Desarrollo Social. Presidencia de la Nación. Año 1998.
Pierre Besnard “La animación sociocultural”. Paidós Educador. Año 1991

Algunas Definiciones

|

Cristian Crespo. Operador Psicosocial.

Animación Comunitaria: es promover acciones a favor y desde la comunidad, que incluyan iniciativas para su desarrollo cultural, social, político, etc.

Comunidad: grupo social con intereses comunes. Geográficamente : sector que lo incluye. Ej.: Barrio, Pueblo, etc.

Vinculo: Unión, ligazón o atadura que une una persona o cosa con otra.

Participar: formar parte, intervenir, compartir con otro.

Animar: es transformar la fuerza individual en fuerza de conjunto convirtiendo cada brazo en el hilo de una red que nos brinde bienestar a todos.

Animadores Comunitarios: son quienes toman la responsabilidad de desarrollar y hacer el seguimiento de un conjunto de prácticas que tienen como finalidad estimular la iniciativa y la participación de las personas en los grupos promoviendo el proceso del desarrollo territorial en el contexto en el que se encuentran, favoreciendo la acción comunitaria, y orientando las actividades y los resultados hacia una mejora social, cultural, y política...




Aqui el texto escondido

 

©2009 Vínculos y Grupos | Template Blue by TNB